ARQUITECTURA MILITAR

Se reduce a la propia villa cerrada, compuesta por tres torres circulares, dos de ellas del periodo alto medieval, datables entre los siglos X y XI y una de época bajo medieval. Todas ellas modificadas y refortificades durante el periodo de la Guerra de Pallars contra las fuerzas de Fernando el Católico (1484). Relacionados con estas torres, los diferentes portales de entrada que defendían la población de ataques. Todo este conjunto, incluida la arquitectura civil interior, han sido clasificadas como BCIN (Bien Cultural de Interés Nacional) con el código número (R.I.) – 51 – 0006464 – 00000, con fecha 8/11/1988 (fecha de declaración 5/5/1949).

ARQUITECTURA RELIGIOSA

Ermitas

Formando un cinturón espiritual que protegía de epidemias, tormentas y otras calamidades, en el pueblo se levantaban 6 ermitas y una iglesia que fue parroquial hasta el siglo XVII.

De estas ermitas solo sobreviven, en diferentes grados de conservación, cuatro, dos de las cuales de época románica (Sant Cebrià y Sant Roc, la primera en constante degradación y la última restaurada últimamente), y dos más de construcción más moderna, si bien documentadas en época medieval (Sant Pere Màrtir y Sant Clem, la primera restaurada y la última en ruinas). De las ermitas de Santa Margarida y San Sebastià sólo se conoce su ubicación aproximada.

De todas estas ermites, Sant Cebrià es la que tiene más interés histórico. Conocida desde el siglo XII mantuvo ininterrumpidamente un ermitaño hasta su definitiva desaparición a inicios del siglo XX. Actualmente está en ruinas, aunque se pueden observar los restos de una nave y del ábside de la iglesia. Sant Pere Màrtir, a pesar de no tener ningún interés arquitectónico, ha mantenido el encuentro anual, posiblemente por tratarse del santo encargado de proteger al pueblo de las tormentas y granizadas.

Iglesia de Sant Pere

La iglesia de Sant Pere, que fue parroquial hasta una fecha indeterminada del siglo XVII o principios del XVIII (la última noticia de existencia del castillo que se ubicaría posiblemente donde actualmente se levanta la iglesia parroquial de Nostra Senyora del Coll es de 1628 y la primera vez que aparece como parroquial es el 1758) es un edificio románico del cual sólo sobrevive la cabecera. Esta fue derruida parcialmente en 1841. Cuando, por real decreto, se prohíbe enterrar en el interior de la población, el cementerio se traslada a este lugar.

Originariamente sería un edificio de tres naves encabezadas por tres ábsides semicirculares y decorada interiormente por capiteles esculpidos con motivos vegetales y otros ornamentos.

Iglesia de Sant Bàrbara de Sensui

Otra iglesia románica se levanta dentro del municipio. La antigua iglesia parroquial de Sant Bàrbara de Sensui es un edificio de una sola nave, cubierta de vuelta de cañón de perfil apuntado, encabezada por un ábside semicircular flanqueado por dos absidioles enfrentados, a modus de brazos de un transepto, de planta rectangular, lo cual hace que se trate de un edificio con una tipología constructiva de época románica muy singular. La primera mención del edificio es del año 1043.

Iglesia de la Mare de Déu del Coll

El último exponente de arquitectura religiosa es la iglesia parroquial de la Mare de Déu del Coll. Este es un edificio construido entre los siglos XVII-XVIII de una nave central y dos laterales que albergan las capillas, cubierta con vuelta de arista. Tiene una planta trapezoidal y el altar se eleva por encima de la calle mediante un túnel abierto en la calle Bon Jesús. Posiblemente esta planta irregular y la característica situación del presbiterio es debida al aprovechamiento de elementos arquitectónicos y estructurales del antiguo castillo. Originariamente estaba coronada por un campanario de espadaña que fue substituido por el actual campanario de torre en 1880.

ARQUITECTURA CIVIL

Las casas

Mucha de la arquitectura civil que encontramos en Salàs se encuentra directamente relacionada con la vida del interior de la población, es decir, dentro de aquel círculo fortificado. En este punto podemos inventariar como patrimonio arquitectónico tanto las casas señoriales, fácilmente reconocibles por los distintivos que encabezan las puertas (Llari, Lladós, Monsó, ...) y construidas con piedra muy escuadrada ligada con argamasa de cal, como las casas populares, sin una tipología constructiva clara, con masonería unida con barro o argamasa muy pobre. Algunas se distinguen por los elementos anexados hacia el exterior, como voladizos (a diferencia de las más importantes, con porches o túneles que unen dos casas). Un buen ejemplo de este tipo de arquitectura sería la casa situada en la Forn Vell núm.1, donde el elemento voladizo está construido con tapial y latas de madera.

Los porches

En tercer lugar podemos catalogar como arquitectura civil del interior de la villa cerrada los porches que todavía se conservan en carrer Sant Pere y la Plaça del Mercat. La mayoría de estos los podemos datar del siglo XVII, a pesar de haber algunos de más antiguos, posiblemente del siglo XV-XVI, y otros más modernos, probables remodelaciones de otros más antiguos, hoy desaparecidos.

A finales del siglo XIX desaparecieron algunos de los porches que se levantaban en la calle Sant Cebrià Alt, los cuales fueron finalment derrumbados durante los años 60 del siglo XX. Las medidas higienistas del s.XIX y la nueva maquinaria agrícola de los años 60 fueron las causas.

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