En julio de 1936, el golpe de estado militar encabezado por el general Franco contra el govierno legítimo de la Segunda República significó el inicio de una larga y cruenta guerra civil. A pesar de su lejanía del frente, Salàs de Pallars vivió, al igual que el resto de poblaciones de la comarca, las tres etapas que caracterizaron los tres año de guerra: la revolución, los combates i la represión.

A finales del mes de julio se constituyó el Comité de Milicias Antifascistas que llegará a ser la primera autoridad político-administrativa local. El Comité participó en el registro de casas de familias consideradas de ideología de derechas, la requisa de bienes y en la destrucción de símbolos religiosos. En agosto, un grupo de milicianos venidos de Lleida ejecutaron a siete curas en las puertas del cementerio. Durante el periodo revolucionario también fueron muertos varios civiles y religiosos del pueblo. Ese verano, un grupo de entusiastas jóvenes de Salàs fueron voluntarios al frente para integrarse en alguna de las Milicias que se habían constituído para combatir contra el ejército insurrecto.

Las conquistas territoriales de las fuerzas franquistas provocaron a finales del 1938 la ruptura del frente de Aragón. Los primeros días de abril pasaron por Salàs numerosos refugiados de la llanura leridana y del Aragón que pretendían ir a Francia. A éstos se les unieron personas de ideología de izquierdas y soldados republicanos que estaban de permiso. Finalmente, el 7 de abril tropas de la 63 División del Cuerpo del Ejército de Navarra ocuparon Salàs. Durante el mes de mayo los cambates llegaron cerca del pueblo produciendose cruentos combates en la montaña de Sant Corneli.

De manera inmediata comenzó la represión contra aquellos que se habían decantado por la Segunda República. Se instruyeron consejos de guerra que comportaron el fusilamiento de tres vecinos condenados a muerte y numerosas penas de prisión e internamiento en campos de concentración. Diversas familias fueron evacuadas a Aragón, Álava y Navarra. Otras decidieron tomar el camino del exilio estableciendose en Francia. A pesar de que oficialmente la Guerra Civil se acabó el 1 de abril de 1939, los efectos de la represión continuaron durante muchos años, con la vigilancia y estigmatización de los vecinos que se habían posicionado politicamente durante la Segunda República.

El Ayuntamiento de Salàs de Pallars quiere recordar a las personas nacidas o residentes en el pueblo que sufrieron los efectos de la Guerra Civil y la represión posterior.