Salàs de Pallars se encuentra situado en la llamada Conca Alta de Tremp, entre las poblaciones de la Pobla de Segur y Tremp, en el Pallars Jussà, a 573 m. sobre el nivel del mar.

Actualmente consta con una población oscilando entre los 330 y los 350 habitantes, que se dedican, básicamente, al sector servicios, distribuidos entre la propia población, la Pobla y Tremp. La agricultura y la ganadería todavía tienen una cierta importancia en la población, existiendo varias explotaciones ganaderas.

Su climatología se caracteriza por veranos calurosos e inviernos fríos templados, muy usuales en la zona del Prepirineo.

La primera noticia documental donde aparece el nombre de Salàs es del año 840. Durante más de 600 años será una de las plazas fuertes más importantes del cuartel sur del condado de Pallars hasta su desaparición, el 1486-1491.

El 1380 el rey Pedro “El Ceremonioso” otorga la concesión de celebrar una feria anual, la cual será el referente de las ferias catalanas de ganado de pie redondo (mulas, burros, caballos, ...) hasta medios del siglo XX.

Las diferentes circunstancias políticas han ido configurando la estructura urbanística de la población, organizando un núcleo fortificado (villa cerrada) alrededor de unas calles y una plaza porticada.

Otra característica importante del urbanismo de Salàs es la creación de una calle exclusivamente dedicada a la actividad ferial con la construcción de las eras de feria, unas estructuras únicas en la geografía catalana y que servían para guarecer los animales que se traían.

Salàs albergó una importante población (más de 1200 habitantes antes de 1900) que vivían de los cuatro sectores económicos de la población: la viña, el olivo, la huerta y la feria de ganado. La llegada de la filoxera en 1900 hará que un tercio de la población emigre (muchos a Argentina). La construcción del pantano de Sant Antoni, en 1916, anegará las mejores tierras de la huerta, y supondrá la segunda gran emigración de la población. Para finalizar, la mecanización del campo durante principios de los años 70 hará peligrar la feria, que desaparecerá definitivamente en 1974, culminando el proceso migratorio.